El video nos muestra el local donde una vez estuvo la Fábrica Alonso, de rejillas (esterillas) cuya materia prima era importada de Hong Kong. Al llegar la familia Alonso-Bustillo al exilo en Venezuela, el abuelo Richard hizo contacto con los chinos y estableció un crédito que le permitió introducir el material chino en Venezuela, negocio que mantuvo por décadas.
El abuelo Richard recorriendo las calles de su Cienfuegos natal, luego de 39 años de ausencia.
Uno de los tantos músicos callejeros con los cuales se topan los turistas que visitan Cuba. Estos deleitaron al abuelo frente al Parque Martí de Cienfuegos.
Tomas desde el añorado Hotel Jagua, construido durante el período "dictatorial" del General Fulgencio Batista. La familia Alonso-Bustillo vivía a pocas cuadras de él, en Punta Gorda.
Una vecina de la fábrica Alonso y de las oficinas del abuelo Richard, lo reconoce de inmediato y entablan amena conversación... dejando fuera el tema político, por supuesto. El encuentro sucedió en la Calle Medio, esquina Calzada de Dolores, en Cienfuegos, 39 años más tarde.
El video nos muestra el momento en el que el abuelo Richard se encuentra con Valentín. Valentín era un vecino de la fábrica Alonso, con problemas mentales, quien tenía delirio de policía, calzado siempre con una gorra y un cinturón de policía. Valentín también construia y vendía "katanas" (papagallos), llegado la temporada donde el viento sopla más fuerte. Era un jovencito en los veinte cuando la familia Alonso-Bustillo abandonó la isla rumbo al exilio eterno. Aquí lo vemos, urgando en el saco de sus malogrados recuerdos. Se nota que ha confundido al abuelo Richard con su padre, Don Alonso. Una evidente muestra de las mayores víctimas de la "revolución". Los Alonso agarraon otros caminos y la vida se les hizo más llevadera. Valentín y su familia tuvieron que morder el "polvo revolucionario". Medio siglo después, su vida no cambió mucho, al menos... no para mejor. Han vivido en una eterna miseria.
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